martes, 20 de abril de 2010

viernes, 9 de octubre de 2009

Guiate por el corazón

Un día alguien me invito a escribir un articulo, y en el momento pensé que seria fabuloso pero al igual me pregunte, ¿y de que puedo escribir yo? una persona común y corriente como yo, no creo que tenga algo que le pueda interesar a la demás gente, que puedo yo aportar a los demás cuando ni yo misma se que es lo que quiero para mi ¿tendré algo de inteligencia para ser capaz de escribir algo real mente bueno?
Ahora, ya han pasado varios años y mi esposo me volvió a invitar a hacer un articulo, solo que ahora la diferencia es que a pesar de que sigo con las mismas preguntas estoy mas vieja y he aprendido de la vida y de la gente muchas cosas.
Una ocasión, no recuerdo donde escuche una historia de un niño y su abuelo, donde en el pueblo, en donde vivían, todos los días a la misma hora pasaba una carreta, un día le dice el niño a su abuelo, -¿Oyes abuelito? hay viene la carreta como todos los días- el Abuelo muy tranquilo y serio le dice -¿y me podrías decir si viene llena o vacía? El niño asombrado le dice a su abuelo –No abuelo, ¿y como podría saber si todavía no pasa por aquí; solo la escucho? El abuelo sonriendo le dice al niño -Cierra tus ojos y escucha bien – el niño con sus ojos cerrados le dice a su abuelito – ya escuchaste abuelito también el canto de los pájaros y el viento, es hermoso – el abuelo algo molesto le dice –no hijo solo ponle atención a la carreta - sin seguir sabiendo que contestar le dice a su abuelo -no lo se abuelito, tu dime como viene- a lo cual el abuelo le contesta -Viene llena hijo – el niño con su carita de asombro se da cuenta que dice la verdad su abuelo al pasar la carreta cerca de ellos y darse cuenta que en verdad venía llena y le dice -¿como hiciste eso abuelito, era difícil de saber porque también se escuchaba el viento y el canto de los pájaros, enséñame? A lo cual el abuelo le vuelve a contestar –No necesito enseñarte nada hijo, lo único que necesitas es poner mucha atención y no dejarte llevar por los demás ruidos, mañana que volvamos a venir tú me vas a decir como viene la carreta.
Al otro día el niño muy emocionado le dice a su abuelito –corre abuelito ya va a pasar la carreta y hoy si te voy a decir como viene- al poco rato le dice su abuelo – y bien hijo hay viene la carreta y dime ¿como viene? El niño vuelve a cerrar los ojos y se concentra en todos los ruidos, y muy seguro le dice a su abuelo – ya se como viene la carreta abuelito, viene llena- el abuelo se queda en silencio un momento y le dice a su nieto – escucha bien hijo – el niño muy emocionado contesta -¡si, si abuelito viene llena!- el abuelo muy triste le dice – temo que no hijo hoy viene vacía- y espera a que pase la carreta, a lo cual los dos se dan cuenta que efectivamente viene vacía, el niño al igual que el abuelo de triste le pregunta – no adivine abuelito, no se como hacerlo- abrasando el abuelito al niño le dice – ese es el problema hijo, que no es una adivinanza tienes que escuchar, las carretas entre mas vacías mas ruido hacen y es fácil identificarlas hijo, al igual que las personas, hay personas frívolas, crueles, mentirosas, las cuales están muy vacías por dentro no te dejes llevar por ellas ni por su brillo, ni por lo que las rodea mejor se una carreta llena, llena de vida, de ilusiones y de buenas cosas que siempre le puedas enseñar a los demás.
Esta historia siempre que la recuerdo me hace pensar en aquello que siempre nos preguntamos ¿estaré tomando una buena decisión? ¿Cómo saber si estoy haciendo lo correcto? Y siempre me respondo que una buena corazonada siempre es buena, y que las personas que contamos con la dicha de tener una carreta llena siempre tendremos respuestas positivas.
ATTE: Una carreta llena.
GRACIAS A MI ESPOSO POR ENSEÑARME A LLENAR MI CARRETA DIA CON DIA